Artículo 29 de diciembre, 2016 · Retrato abstracto en Navidad ·

Antisistema, retrato abstracto en Navidad.

Pocas son por el mundo las criaturas que, hallándose con las encías provistas de dientes, se deciden a no morder, o reconocen que hay un placer más profundo que el de hincar los dientes, y no usarlos.
José Martí

Aquel que procura el bienestar ajeno, ya tiene asegurado el propio.
Confucio

No puedo contar las lágrimas de un día sin amor.
Juanjo Sánchez

 

 

Gran ciudadNo es sencillo dirigirse a alguien cuando, por las obvias razones de la incomprensión, el acoso y las dudas de jueces sin toga, en definitiva personas, errantes por la vida, defectuosos en su metafísica, en su creación, presuponen hechos construidos desde sus propias afirmaciones.

Quizás en este momento de mi vida, con 45 años recién cumplidos, tal vez no esté para aguantar demasiada charlatanería, demasiados defensores de causas conquistadas con irreverencia, de relevantes actores del despropósito, de vulgares terapéutas que si no dan la entrada, dan la salida. Acaso sea el momento de no dejar escapar el tiempo, de sonreir y cantar frente a las dificultades, de tener entereza frente a las vicisitudes del diabólico destino, a veces, maravilloso pero otras primo hermano de Murphy, ese descarado, burlón e inoportuno visitante maniático. En definitiva, afirmo desde la convicción más resolutiva y ambiciosa que es el momento de Teseo, aquel héroe que según la mitología griega acabó con el Minotauro; momento de defender aún con más perseverancia, unidos, con ilusión y experiencia las causas que merecen ser favorecidas contra un antisistema que se cree ser el verdadero orden: la doctrina que todos deben, en un mundo cada vez más sorprendedor y revelador, acatar.

Tal vez esté a mitad del camino de mi vida, así lo espero apoyado en la larga longevidad de mí linaje, donde personas nonagenarias han superado con creces los 90 años, por ello, y porque no estoy para sandeces, acepto que me he extraviado, que me he dejado acompañar por malas compañías: esos recuerdos innecesarios y circunstancias nada favorables de un pasado embriagador que en este momento de mi existir, nada me han beneficiado y sí hecho comprender que la ilusión, la armonía, la confianza, la protección, el valor, el cortejo, la defensa, el AMOR, en definitiva, está por encima de cualquier contratiempo por muy severo se presente.

Durante la oscuridad que se ciernen sobre las noches oscuras, cuando las neblinas ocultan el hermoso paisaje estelar y los lobos aullan al observar, desde lo alto de la cima, la luna llena que a veces juega al escondite entre nubes y otras veces se hace cómplice del planeta azul para ocultarse, la clarividencia despierta en los amaneceres para decir: ¡Basta ya! Basta ya de tanto abuso de poder, de tantas mentiras, de tanta inestabilidad social, de tantos tarugos cuentistas y seductores profetas, de tanto afán de protagonismo, de tanto pillaje de los monopolios, los bancos, las entidades crediticias, de la insensatez de las administraciones públicas, gubernamentales y/o privadas, de las agencias de recobro y las de morosidad con números de tarificación especial, de las telefónicas y sus sistemas automatizados con locuciones robóticas que desesperan, de analfabetos humanos al frente de las campañas políticas y al servicio de intereses adulterados, de narcóticos subliminales que tratan de inocular en el interior de la sustancia gris aprendizajes autómatas.

sistema imagen de mujer mirando a una pantalla de códigos binariosTodo esta descripción en exceso de lo que opinio no sea más que la razón de la intensa búsqueda y exigencia de ser mejor de como lo fui un día y del porque deseo dejar huella dejando este mundo un poco mejor de como lo encontré.

Ni soy un demente, ni un parásito, ni un avaro, ni un criminal, ni un violento sino un sobreviviente y un afectado por las circunstancias geopolíticas, por las circunstancias sociales que confluyen con la anterior, por las particularidades dentro de la raza humana, por mis errores, mis virtudes, mi exceso de confianza y mis suspicacias; el blanco humano, desconocido en el sistema, quizás desmantelador de tramas aún por resolver, quizás de una emboscada mayor e impensable donde la teoría de la conspiración es minuta pecata frente a la realidad que siempre acaba superando a la ficción, de fallos hospitalarios y graves errores de seguridad nacional.

Al final de cuentas quieren convertirnos en juguetes rotos, nos acosan y tratan de pervertirnos, de ponernos al límite de nuestras capacidades; nos desean convertir en lo que no somos, nos presionan hasta creen que dejamos de funcionar,… y es ahí el error de ese antisistema estable y esperanzador para todo aquel que piensa en él: «más vale malo conocido que bueno por conocer».


En el laberinto ciego de las mordazas,

la fantasía se hace real,
la mañana noche, los ángeles diablos
y la luz, en el luminoso Lucifer, su portador.
Juanjo Sánchez

Yo vengo de cualquier parte y ando por todos los siglos.
Vago por calles y montes, gestos y libros,
sueños y canciones con la absoluta libertad
del espíritu errante que no se guarda nada para sí.
El Diablo Ilustrado

Juanjo Sánchez ©
29 de diciembre, 2016