Nineteen Eighty-Four

Desde Nineteen Eighty Four (1984) ya han pasado treinta y cuatro años y los vaticinios de George Owell no pudieron ser más certeros; desde luego mucho más precisos que los misteriosos versos de Nostradamus si que fueron, y eso que éste último comenzó a escribir sus profecías en el 1555, 394 años antes de cuando Owell escribió su intuitiva obra en cuya sipnosis se desvela un futuro con vistas a 35 años después, hoy día ya en el pasado del siglo XX, con total clarividencia y aciertos.

Las rebeliones inalcanzables como el reciente entorno de la ceseción catalana y las acusaciones jurídicas por sedición y rebelión de varios revolucinarios; la predicción de una profecía basada en la previsión de los métodos de terror, de control y la violencia física; el dominio dictatorial como herramienta de una nueva autocracia preservada por medios farmacológicos legalizados bajo la conspiración de la #psiquitría y la #medicina, ambas amparadas por las leyes y con credenciales de autoridad son tres de los embajadores de la enajenación mental permanente de quienes bajo la rebelión y el ansía de dominio, dos de los estandartes de los jinetes apocalípticos de Blasco Ibañez y dos referentes de los Pecados Capitales del cristianismo, usan la dañina propaganda del descontrol sin conocimiento o con alevosía.

Sipnosis de 1984 

«Londres, 1984: Winston Smith decide rebelarse ante un gobierno totalitario que controla cada uno de los movimientos de sus ciudadanos y castiga incluso a aquellos que delinquen con el pensamiento. Consciente de las terribles consecuencias que puede acarrear la disidencia, Winston se une a la ambigua Hermandad por mediación del líder O’’Brien. Paulatinamente, sin embargo, nuestro protagonista va comprendiendo que ni la Hermandad ni O’’Brien son lo que aparentan, y que la rebelión, al cabo, quizá sea un objetivo inalcanzable. Por su magnífico análisis del poder y de las relaciones y dependencias que crea en los individuos, 1984 es una de las novelas más inquietantes y atractivas de este siglo.»

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El autor de «Un mundo feliz», «Aldous Huxley: escritor y filósofo británico que emigró a los Estados Unidos; miembro de una reconocida familia de intelectuales, es conocido por sus novelas y ensayos, pero publicó también relatos cortos, poesías, libros de viajes y guiones. A través de sus novelas y ensayos, ejerció como crítico de los roles, convenciones, normas e ideales sociales. Se interesó, asimismo, por los temas espirituales, como la parapsicología y el misticismo, acerca de las cuales escribió varios libros. Se le considera uno de los más importantes representantes del pensamiento moderno.« (Vía del entrecomillado en cursiva: Spanish Revolution)

 

Escuchado el video y dicho todo lo anterior, dentro del mismo contexto antropológico y social deseo aprovechar esta entrada para hacer un breve analisis sobre la sociología aplicada a los seres menos empáticos, los «Seres Oscuros«, a los dictadores y a los que creen tener derecho sobre los demás para conseguir controlarlos por puro placer, por excesiva egolatría y afan de ser reconocidos, en vida y durante la eternidad, como los mejores histriónicos y profetas en los territorios de sus orígenes, es decir, profetas en sus tierras por imperartivo, lugares elegidos para poder ser la joya de una corona expuesta en los mejores escaparates y plazoletas con nombre propio.

 

Analisis sobre disfraces y máscaras de carnaval (2018)

Que interesante cuando los antifaces se caen a pedazos por la propia inercia de una mezcla de vanidad y envidia; trozo a trozo, escama tras escama y dejando ver sin disimulo la maldad encubierta tras la vanagloria y la arrogancia, como la del cada vez más famoso y astuto mezquino «Rey de Al-Yazira».

El pasado verano este defensor veterano y cabecilla del independentismo comarcal del Campo de Gibraltar, un independentismo obsoleto como cualquier otro a una escala superior, autor de «La Novena Provincia», entre otros títulos, tuvo la desfachatez, la deshonra, la indecencia, la intolerancia, la autenticidad de tomarse, por capricho y sin permiso, la licencia de plagiar un artículo de Javier Caraballo publicado en El Confidencial, sin creer que sería desenmascarado por el mismo medio que, en la era digital, lo puso en conocimiento de sus 11,9 millones de lectores que en el mes de julio del pasado año fueron audiencia. (Nuevo récord de El Confidencial: 11,9 millones de lectores en julio)

Visto esto y este otro artículo en #Facebook  En ocasiones tiene uno la ocasión de ver la realidad de las personas que son denominadas «oscuras» de Ángel Gómez Rivero, un Señor y Caballero, una persona coherente, seria, diplomática, sin cobardía, valiente y cortés, agradable, sincera, … que nunca se mete en lugares donde no se le llama; un artículo del tipo de publicación que no suele hacer (creo que es la primera vez que le leo enfadado y molesto), no me quedaba otra opción que hacer referencia a aquel desafortunado hecho que de insólito tenía poco, el del plagio. Y digo: «tenía poco de insolito», por el buen historial antropológico, político y sociológico que al tan astuto y mezquino Rey de Al-Yazira le precede desde que se le conoce públicamente. ( El astuto y mequino Rey de Al-Yazira)

Cómo me decían hace unas semanas parece ser que de tantas operaciones el corazón se le ha convertido en un trozo de hierro oxidado sin alma, si alguna vez la tuvo. Y todo porque muchos, entre otros numerosos motivos, continuamos siendo amigos de quienes consideramos personas íntegras, ejemplares, como por ejemplo, entre otros muchos a los que el critica a sus espaldas sin piedad, o de frente en los medios según que caso, Ernesto Pérez Vera, Ahmed Mgara, Chari Expresati PecinoJuanjo Argolla y Pañuelo, o Ángel Gómez Rivero

Aún le recuerdo, cuando en su derrota política aquella que le abocó a dejar definitivamente el sillon presidencial de su Ayuntamiento, el de #Algeciras, se mostraba frente a las cámaras de Televisión Municipal y otros diferentes medios de comunicación presentes, enojado y desilusionado con su pueblo. Lo hizo público en un ataque de rabia, ira y condescendencia forzosa, en su comparecencia de la noche de las elecciones del 2003 cuando se conocieron los resultados de su batacazo. Fui testigo presencial en el edificio que acogía el ya cerrado Hotel Almar de Algeciras junto al que publico este artículo.

A ver si ahora, tras el nuevo tropiezo, la realidad consigue que abran los ojos los que aún siguen siendo invidentes ante la evidencia del famoso narcisista y, gracias a sus deslices personales, profesionales y jurídicos, sus pocos colegas originarios estos de territorios Comanches o de las embravecidas aguas que surcan los territorios del fin del mundo.
Aquellos que les continuan adorando como adorarían en tiempos pasados al Vellocinio de Oro no se dan cuenta que la ausencia de respeto de este señor por la sociedad en general hay que tenerlo en cuenta ya que no todo lo que se aparenta reluce como el oro, tanto es así que el carnero siempre representa al diablo.

Estos si que son, entre otras historias de desahucio, ingratitud empresarial, riesgos de desintegración social y críticas radiofónicas merecedoras de la desconsideración pública, los verdaderos renglones torcidos de Dios, o del Universo. ¿Quién sabe con exactitud que o quien es Dios?

Juanjo Sánchez
15 de enero, 2017