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Entrevista a Nuria Ruíz Fernández
Alma despierta y con carácter, es el reflejo de sus miedos e inseguridades, de su valentía y constancia, de sus fortalezas y de sus debilidades; es una soñadora incomprendida, solidaria, bohemia, vehemente, resistente, generosa, crítica, impetuosa, serena, coherente; musa y café, artesana de la risa, constructora de enlaces entre dos orillas; veneno, perfume y fragancia a clarividencia; recopiladora de emociones, acordes y poemas; independiente y desbocada, coqueta y alentadora de sinergias, en la búsqueda de la alegría, de la tranquilidad, de la liberación del ser y del encuentro consigo mismo. Se considera, sociable pero introvertida, de muchas emociones pero de poca destreza para mostrarlas; ni mejor ni peor, simplemente distinta, tal vez, como el Ave Fénix que resurge de sus cenizas.
Nacida bajo el signo de acuario, un martes trece del mes de febrero de un año bisiesto, bajo el rugir de los truenos y la luminosidad del relámpago llega a la tierra, con el síndrome de la crisálida mimosa, nuestra protagonista quien se transforma en un segundo, de rayo en arcoíris y de luz en tinieblas.
Vendedora de sueños, costurera de palabras y con resaca por navegar entre mares inciertos, llenos de entresijos, curiosidades y éxitos aderezados de constancia y de esfuerzos. Ella es el frescor del aire nocturno del desierto, la exótica flor del oasis, una costurera de emociones que despierta del letargo de un mal sueño… y Marruecos le devuelve la vida.
Una persona anónima enfrentada, cara a cara, con su figura pública. Una mujer de hielo nacida bajo los truenos y los relámpagos de un martes 13 infernal, hace unas cuantas décadas; una mujer sólida como un iceberg y suave como el tacto del hielo; cálida como el amanecer y templada como Excalibur “Acero que corta”, vehemente y tentadora como los frutos del árbol de la ciencia del bien y del mal es natural como la vida misma, gladiadora y buscadora de la verdad. Una mujer con sus virtudes y defectos, con su pasado y su presente, con sus verdades y sus dudas, con sus temores y sus pensamientos, con sus lágrimas ocultas y su sonrisa llena de ilusión, con sus sueños y sus emociones, esos con los que, más allá de las críticas destructivas y los sin sabores recibidos, recuerda un pasado feliz y refuerza su carácter, su personalidad y sus dones: el carácter de una mujer acuario con ferocidad felina, la personalidad de una pantera y el carisma de un personaje público dedicado al mundo audiovisual que, con esfuerzo y constancia, lleva años brindando su vida a los medios de comunicación, a la cultura y al arte y que, a pesar del murmullo, que los rumores malintencionados incitan hacia la apología de la enemistad, continua en el camino de ofrecer la diferencia necesaria para encontrar opositores que refuercen el sentido de su esfuerzo. …
… y Marruecos le devuelve la vida. Continuar
Juanjo Sánchez ©
Algeciras, 8 de agosto, 2015
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